El presidente del club atlético Independiente, Javier Cantero, consiguió gambetear a la justicia.
Cantero pidió y obtuvo la suspensión de la audiencia judicial a la que estaba citado para formular su descargo en una causa en la que el Banco Macro lo denunció por la transferencia de los futbolistas Patricio “Pato” Rodríguez a Santos, de Brasil, y de Julián Velázquez, a Genoa, de Italia.
Además, planteó una “cuestión de competencia” para que el expediente pase de la justicia nacional de instrucción, donde está actualmente radicado, al fuero penal de la ciudad de Avellaneda.
Así lo revelaron fuentes judiciales, que precisaron que Cantero había sido invitado a formular una suerte de “declaración espontánea” ante la imputación del Banco Macro, en una causa que se inició en agosto del año pasado.
La denuncia del banco se vincula con la garantía sobre créditos para la construcción del estadio de Independiente, encarada durante la gestión del antecesor de Cantero, Julio Comparada, que tenía como avales los derechos federativos de jugadores del plantel profesional de fútbol.
Según sostiene la denuncia, ese convenio fue renegociado con la llegada de Cantero a la presidencia del club, y sus términos se habrían incumplido con los pases de Rodríguez y Velázquez, aunque este último finalmente se frustró.
El juez de instrucción Juan Ramos Padilla deberá ahora correr vista a la fiscalía, a cargo de Silvana Rusi, y a la querella, y luego resolver si hará lugar al planteo de incompetencia o conservará el expediente.
En cualquier caso, volverá a hablarse de esta causa dentro de mucho tiempo. Tal vez para entonces Cantero ya no sea presidente de Independiente.