La Justicia laboral avaló el despido de un empleado del Correo Oficial de la República Argentina quien promovió medidas de protesta por reclamos salariales sin tener representación gremial, pero igualmente lo consideró “injustificado” y dispuso que se le pagara una indemnización de unos 80 mil pesos más intereses.
La Sala Cuarta del tribunal resolvió así el reclamo del trabajador, quien fue despedido de la sucursal Monte Grande del Correo el 14 de julio de 2009.
Los hechos ocurrieron entre el 13 y el 29 de mayo de 2009, “afectando gravemente la labor operativa en dicha sede y en todos los turnos de trabajo que derivara en demora, retardo y retención en las imposiciones postales de todo tipo confiadas por nuestros clientes”, explicaba el telegrama de cesantía.
Los jueces Graciela Marino y Héctor Guisado entendieron que el empleado “no se hallaba amparado por el especial régimen tutelar previsto (no ejercía ningún puesto gremial, ni había sido postulado para representar a los trabajadores de la accionada)”. Así, concluyeron que “la empresa tuvo motivos reales, objetivos y razonables para tomar medidas disciplinarias respecto del actor, lo que descarta la hipótesis de discriminación por motivos sindicales”.
Sin embargo, “el deber de buena fe, en el marco del principio de conservación del contrato, imponía a la empresa la carga de requerir oportunamente al trabajador que discontinuase las referidas conductas irregulares y no, como al parecer ocurrió, adoptar una actitud meramente contemplativa en relación con el desarrollo de las conductas en cuestión”. Y por ello, condenaron al Correo a indemnizar al despedido con unos 80 mil pesos más intereses.