Pese a que pasó inadvertida para los grandes medios, todas las redacciones tuvieron días atrás la noticia que indicaba que Luis Alberto Siri y Cristian Maximiliano Quiroz, dos delegados gremiales de Artes Gráficas Rioplatenses S.A. (AGR, empresa del Grupo Clarín), fueron procesados por impedir la salida del diario el 14 de enero de 2011, en un recordado episodio que fue denunciado como un acto de censura motorizado por el gobierno.
La Sala Cuarta de la Cámara del Crimen, con las firmas de los jueces Carlos Alberto González, Mariano González Palazzo y Alberto Seijas, procesó a los gremialistas por “delitos contra la seguridad del tránsito y de los medios de transporte y de comunicación”, una figura que contempla penas de prisión de tres meses a dos años.
No es el primer revés de Siri y Quiroz en la Justicia ante el Grupo Clarín. En julio del año pasado, Cuarto Intermedio informó que “dos combativos delegados de Clarín habían quedado al borde del juicio oral y público por extorsión en grado de tentativa contra los directivos del periódico».
La Sala Cuarta de la Cámara del Crimen confirmó el procesamiento contra los delegados Luis Alberto Siri y Cristian Maximiliano Quiroz, y embargó sus bienes por 100 mil pesos a cada uno. ¿La causa? Aquella Cámara oculta en la que ambos aparecían pidiéndole unos ocho millones de pesos a la plana mayor del Grupo a cambio de no impedir la salida del diario. “Los elementos de prueba colectados son suficientes para que el sumario avance hacia la próxima etapa donde, con la amplitud propia del debate y sus características de oralidad, inmediación, concentración, contradicción y publicidad, podrán analizarse los pormenores del contexto en el cual tuvo lugar su desarrollo y arribarse así a un pronunciamiento definitivo”, sostiene el fallo.
Para los jueces, el bloqueo “finalmente se concretó el 26 y 27 de marzo de 2011”, y “las exigencias dirigidas por Siri y Quiroz tenían por fin satisfacer intereses personales y no, como pretendió la defensa, reclamos de los empleados de la empresa”.