Los legisladores del Frente Renovador harán un nuevo intento en el Senado bonaerense en medio de la resistencia del Frente para la Victoria.
Los proyectos de ley para poner en marcha en la Provincia de Buenos Aires cuerpos de Policías Municipales para que los intendentes puedan contar con fuerzas de seguridad propias, ya se convirtieron en el principal foco de confrontación entre el oficialismo y los hombres que responden a Sergio Massa en la Legislatura provincial.
Desde que irrumpió como nuevo protagonista en el escenario de las Cámaras bonaerenses, a partir de la llegada de legisladores de varios espacios que lo instalaron como segunda fuerza, el Frente Renovador (FR) buscó apurar el tratamiento de un proyecto propio de creación de Policías Municipales que rechaza el oficialismo.
La movida del massismo se concentra en el Senado, donde fue presentada la iniciativa impulsada por el titular del bloque Jorge D’Onofrio, y que cuenta con despacho de la Comisión de Seguridad. Pero en el primer intento de aprobarlo, el proyecto chocó con las resistencias del Frente para la Victoria (FpV), que no prestó número para tratarlo “sobre tablas”, lo que motivó una airada reacción del massismo, que abandonó el recinto en medio de cuestionamientos.
Luego de esa polémica, el escenario pareció cambiar con la designación al frente del ministerio de Seguridad del ex intendente de Ezeiza Alejandro Granados, quien se declaró un “hincha fanático” de las policías locales.
La afinidad que mostró el ministro con los planteos del massismo disparó especulaciones sobre un supuesto acuerdo entre el FR y el oficialismo para postergar el debate hasta después de las elecciones, como aspira el FpV.
Pero desde el massismo descartaron esa posibilidad y aseguran que volverán a la carga para lograr el tratamiento de su proyecto en el Senado “cuanto antes”. Fuentes del sector confirmaron que en la sesión convocada para esta semana harán un nuevo intento para llevar la iniciativa al recinto. Para eso deben conseguir que tenga despacho de una comisión más, o contar con una mayoría especial de los dos tercios de los senadores presentes para habilitar el tratamiento “sobre tablas”, algo prácticamente imposible sin el apoyo del oficialismo.
“No hay ningún acuerdo para postergar el debate”, dijeron voceros del bloque.