La Cámara Federal de Casación Penal ratificó el rechazo al pedido de prisión domiciliaria efectuada por la defensa de un imputado de vender drogas que reclamaba el beneficio para atender al hijo de su concubina, de siete años y enfermo.
«Si el arresto domiciliario tenía como finalidad el cuidado del niño -quien quedaría a cargo del imputado- este no parecía la persona más adecuada para llevar dicha tarea a cabo», dijo la fiscalía al oponerse al pedido y señalar que «el interés superior» del pequeño no se veía afectado por la negativa.
En un fallo de ocho páginas, los camaristas Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos con la disidencia de su colega Mariano Borinsky, afirmaron que «el estado de salud del hijo de la concubina del causante no justifica» el beneficio de la prisión domiciliaria, pues «el interés superior del niño no se encuentra comprometido» ya que el pequeño “no se encuentra desamparado».
«Más allá de las lógicas limitaciones e innegables inconvenientes que el encarcelamiento trae aparejado tanto para quien lo padece como para su entorno más cercano, no se advierte que el menor cuyo interés superior se invoca se encuentre en una situación de desamparo ni de inseguridad material ni moral», sostuvo la mayoría.