El gobernador de Tucumán, José Alperovich, recurrió al habitual mecanismo de recaudación de fondos que suele pregonarse como el último cada vez que se impulsa: la moratoria. En el caso tucumano es la séptima desde 2005.
Alperovich envió a la Legislatura provincial el proyecto de ley con la intención de que sea aprobado en dos semanas, según trascendió. La moratoria alcanza a las deudas vencidas al 31 de enero de este año, incluidas las obligaciones correspondientes a las Contribuciones que Inciden Sobre los Inmuebles (CISI) de las comunas rurales.
El esquema de aplicación será el siguiente: del 90% por pagos de contado, “o cuando la cantidad de pagos parciales para completar” la deuda “no exceda el mes de diciembre de 2014”; la reducción del 80% de los intereses se aplicará cuando la cantidad de cuotas no supere el plazo de diciembre de 2015; y el 40% de reducción se aplicará en caso de que el deudor decida abonar hasta fines del año que viene.
Con la moratoria, el gobierno busca recaudar entre 400 millones y 500 millones de pesos, incluidos los aportes de grandes contribuyentes del fisco. Tras las paritarias estatales, que al Estado tucumano le costaron unos de 2.500 millones de pesos anuales, Alperovich necesita unos 1.300 millones para cerrar el presupuesto con equilibrio fiscal.