Los integrantes de la Sala G de la Cámara Civil, Beatriz Areán, Carlos Carranza Casares y Carlos Bellucci, fueron sobreseídos por la Cámara del Crimen en una denuncia por “encubrimiento” y “abuso de autoridad” por una causa que tramitó ante ese fuero.
Los camaristas civiles habían sido denunciados por María Jael Ordóñez y Julián Luis Ortuondo, disconformes con el resultado de una causa civil en la que habían resultado perjudicados.
“Toda resolución que resultara contraria a sus expectativas, pudo ser atacada por las vías recursivas pertinentes”, explicaron los camaristas. Es decir, que la forma de revertir un fallo contrario no es demandando a los jueces sino exponiendo mejores argumentos en la instancia de apelación.
“La mera disconformidad en modo alguno puede dar origen a una causa penal en contra de aquellos cuando lo actuado fue analizado y sometido a concienzudo estudio en múltiples oportunidades”, sostuvieron los jueces penales Mariano González Palazzo, Carlos González y Alberto Seijas.
“La actividad desarrollada por los integrantes de la Sala G de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil se ajustó a la Constitución Nacional y a las leyes pertinentes”.