Sobreseen a dos camaristas que habían sido denunciados por presunto prevaricato

La Cámara Nacional en lo Criminal sobreseyó a dos magistrados del fuero laboral que habían sido denunciados por dictar sentencia confundiendo la profesión del demandante... Por Cuarto Intermedio

La Cámara Nacional en lo Criminal sobreseyó a dos magistrados del fuero laboral que habían sido denunciados por dictar sentencia confundiendo la profesión del demandante e invocando jurisprudencia equivocada.

El tribunal confirmó el fallo de primera instancia a favor de los camaristas Néstor Rodríguez Brunengo y Beatriz Inés Fontana, quienes habían sido denunciados por presunto prevaricato.

Los denunciados habían firmado la sentencia que, al revocar lo decidido en primera instancia, rechazó el reclamo patrimonial contra una empresa para la que, según el querellante, había prestado servicios.

El denunciante afirmó que los argumentos de los camaristas del fuero laboral se contraponían con las pruebas producidas en el expediente, apartándose, de manera “dolosa” de la “verdad real”.

Al promover la acción penal, el denunciante señaló que los camaristas le brindaron trato de “contador”, cuando es licenciado en administración y que, al revocar el fallo de primera instancia, citaron casos de manera errónea.

La Sala I de la Cámara Penal recordó que hay prevaricato cuando se dictan medidas judiciales contrarias a la ley o fundadas en hechos o resoluciones falsas.

El tribunal evaluó que los camaristas del fuero laboral “han efectuado un análisis global de todas las constancias de la causa para arribar a la decisión objeto del litigio, se esté de acuerdo o no”.

La Sala I de la Cámara en lo Criminal expuso que “la circunstancia de que los imputados en su fallo hayan citado datos erróneos, no alcanza para configurar” el prevaricato, porque “no se vislumbra el dolo directo que la figura penal exige”.

Los camaristas Luis Bunge Campos y Mario Filozof consignaron que quien comete prevaricato “tiene que saber que los hechos o las resoluciones en las que se basó no existieron o no tuvieron la significación jurídica que él les otorgó”.

Agregaron que “si se afirmó que el querellante era contador cuando en realidad no lo era, en nada modifica el temperamento” empleado para sobreseer a los denunciados.