Una jueza de la Capital Federal le ordenó al Gobierno porteño la exhumación de un cadáver con menos de cinco años de fallecido para trasladarlo a un cementerio privado, ante el riesgo de que en el futuro pudiera terminar en un osario general por imposibilidad de los familiares a ocuparse de él.
La jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Patricia López Vergara, ordenó el levantamiento y traslado del cadáver de una mujer fallecida en mayo de 2012 del Cementerio de la Chacarita, pese a que no había transcurrido el tiempo mínimo de sepultura exigido por la reglamentación del camposanto.
El pedido había sido formulado por la única hija de la difunta, pero rechazado por la Dirección General de Cementerios “debido a que al no haber transcurrido 5 años desde la inhumación del cadáver, no se encontraban garantizadas las condiciones de seguridad e higiene mortuorias que se encuentran previstas en la normativa vigente para autorizar el traslado del cuerpo”.
La hija de la fallecida anunció que se radicará próximamente en el exterior, y explicó que cuando fuera necesario renovar la sepultura o proceder a su levantamiento no estaría en condiciones de afrontar ese trámite, por lo cual los restos podían terminar en un osario general.
La jueza López Vergara determinó que “se encuentran en juego un derecho personalísimo como lo es la dignidad de trato y respeto a los difuntos y a los deudos, y a la libertad de éstos de disponer del cuerpo de sus seres queridos”.
“Más allá de estos recaudos que se deben adoptar para exhumar un cuerpo antes del vencimiento del plazo de arrendamiento, lo cierto es que por un lado existe la posibilidad de arbitrar los medios necesarios a fin de preservar cuestiones de salubridad e higiene y que, por el otro, la parte demandada no ha invocado ni acreditado un riesgo sanitario concreto para los operarios, ni tampoco para la salud pública”, resumió la jueza.
“Si los familiares de un deudo pueden pedir su exhumación a los fines de su cremación, la negativa a que lo hagan para su traslado a otro cementerio resulta irrazonable”, subrayó el fallo.