La Cámara del Crimen rechazó a la Procuración Penitenciaria de la Nación como querellante en una causa en la que se investiga la muerte de un adolescente quemado en el Instituto Agote.
Se trata de la causa en la que a principios de diciembre pasado un adolescente de 17 años de edad que estaba alojado en el Instituto Dr. Luis Agote murió como consecuencia de las quemaduras que sufrió al incendiarse un colchón -que debía ser ignífugo- de la celda de aislamiento -que no debía existir- en la que estaba alojado.
El juzgado de Menores a cargo del juez Alejandro Cirelluelo allanó el Instituto y secuestró documentación y restos del colchón que causó la muerte del menor.
El adolescente estaba alojado en el Agote a disposición del Tribunal Oral de Menores número uno, que había advertido a las autoridades del Instituto sobre los antecedentes psiquiátricos que padecía y había encomendado cuidados especiales parar evitar que se auto infligiera lesiones.
No obstante, y por razones que aún no fueron esclarecidas, el menor fue alojado en una celda de aislamiento en el subsuelo del edificio ubicado en la calle Charcas 4.602 de la Ciudad de Buenos Aires.
De la documentación obtenida durante el allanamiento surge que la combustión del colchón, que debía ser ignífugo, se produjo por “llama libre”, es decir, que el adolescente estaba alojado en un lugar inadecuado para sus características, con elementos combustibles y munido presuntamente de fósforos o un encendedor.
El Juzgado de Instrucción número 27, a cargo del juez Alberto Baños, denegó el pedido de la Procuración Penitenciaria de ser tenida por parte querellante, y la Sala Cuarta del tribunal de alzada, con las firmas de los jueces Alberto Seijas y Mariano González Palazzo, ratificó la decisión.
El fallo sostiene que “el foco ígneo habría sido iniciado por el propio adolescente, mediante la aplicación de fósforos, encendedor o mechas de papel encendidas sobre el colchón de la cama, el que se propagó y generó un denso humo en el sector”.
El adolescente “gritó en procura de ayuda, pero nadie acudió debido a que no había personal del establecimiento en las proximidades, lo que determinó que el interno permaneciera por un lapso de al menos cinco minutos en medio de las llamas”.
“Cuando finalmente se accedió al sector -añade la resolución-, se trasladó al joven al ‘Instituto del Quemado’, donde falleció como consecuencia de las heridas sufridas”.
El fallo aclara que “la investigación continúa en punto a la posible responsabilidad de los funcionarios y empleados del Centro Luis Agote en relación con su muerte”.