La falta de fundamentación adecuada de un pedido de detención dejó huérfano el planteo de un fiscal para que vayan a la cárcel tres ex jueces acusados de connivencia con la última dictadura.
La Cámara Federal de Casación Penal rechazó la detención de los ex jueces federales mendocinos Rolando Carrizo Elst, Luis Francisco Miret y Guillermo Max Petra Recabarren, quienes están siendo juzgados por presunta complicidad con la última dictadura.
La Sala Cuarta del máximo tribunal penal del país, con las firmas de los jueces Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, ratificó la decisión del Tribunal Oral Federal número uno de Mendoza, que admitió la libertad de los imputados durante el proceso.
El 7 de abril de 2014, el tribunal desestimó el pedido de detención, pero la fiscalía de juicio, a cargo de Dante Vega, insistió con la medida y llegó hasta la Cámara Federal de Casación Penal.
Ese tribunal sostuvo que “no se argumentó la existencia de riesgo de fuga o entorpecimiento de las investigaciones”, por lo cual los imputados pueden transitar el proceso en libertad.
En la causa también está siendo juzgado otro ex juez federal mendocino, Otilio Roque Romano, quien sí está preso porque poco antes de ser destituido del cargo se profugó a Chile, desde donde fue extraditado.
El juicio se celebra en relación con el presunto delito de “denegación y retardo de justicia”, que establece que “el funcionario público que, faltando a la obligación de su cargo, dejare de promover la persecución y represión de los delincuentes, será reprimido con inhabilitación absoluta de seis meses a dos años”.
Pero la fiscalía insiste en que todos son responsables de delitos de mayor gravedad, por lo que deben ser detenidos.