A pocos días que asuma el nuevo gobierno nacional valen algunas reflexiones. Sabemos que existen temas importantes con el sello de URGENTE, que ocupan la agenda política y mediática, quizás hasta un punto en que producen un “velo” sobre temas también muy importantes y cuyo sello de URGENTE se encuentra muy desgastado.
Ese es, a nuestro criterio, el caso de la Siniestralidad Vial Argentina, la “enfermedad social” que provoca la mayor cantidad de víctimas (muertes, heridos e historias familiares “tronchadas”) por CAUSA NO NATURAL, de nuestra población. Aún para aquellos que poseen una visión económica, el tema es IMPORTANTE Y URGENTE: siete mil millones de dólares por año es el costo mínimo que esta enfermedad provoca como pérdida directa a la sociedad.
Ahora bien, el ISEV es “testigo” de las últimas tres décadas de la “historia” de la Seguridad Vial del país y, sin invocar por ello “autoridad” alguna, podemos afirmar que, a nuestro parecer, en esa “historia” existieron avances y retrocesos. Pero no vamos a detenernos en la consideración de cada uno de ellos. Vamos a repasar, eso si, las expectativas que los cambios e iniciativas provocaron en este siglo.
Al inicio del año 2009, señalábamos: “que el año 2008 fue un año histórico en la materia, ya que por primera vez Argentina cuenta con una estructura administrativa nacional de naturaleza ejecutiva: la recientemente creada Agencia Nacional de Seguridad Vial.
De alguna manera podemos decir que lo que durante años hemos reclamado ha tenido principio de cumplimiento: se institucionalizó la Seguridad Vial.
Es fundamental, porque más allá de las personas hoy a cargo de esa estructura, de sus éxitos o sus fracasos, la “institución” perdurará. Y eso vale. Por supuesto que hay que “cuidar” y hacer crecer esta novísima institución del Estado. Durante el 2009 deberemos tener especial dedicación a dicha tarea y favorecer la generación de instituciones similares a nivel provincial (como la actual Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Fé) y de funcionarios específicos a nivel municipal.
No se puede hablar siquiera de “Política de Estado” si no hay designados funcionarios responsables de su ejecución”.
Hoy, a poco de terminar el año 2015, y a breves días de la asunción de nuevas autoridades con otra expresión política partidaria de la sociedad vamos a enfrentar el desafío de demostrar si la Seguridad Vial es “política de Estado” o sólo la visión (escasa o profunda) de un gobierno.
Hasta aquí, a nuestro criterio (como siempre, podemos estar equivocados), el gobierno saliente no logró generar esa “política de estado”. Más allá de éxitos y fracasos en su gestión, fue evidente que no pudo traspasar los límites de una “política de gobierno”.
La pregunta es: ¿lo logrará el nuevo gobierno?
Desde el año 2000 el ISEV planteó en Foros nacionales e internacionales la necesidad de Institucionalizar la Seguridad Vial en los Estados de la región latinoamericana, plasmando su posición en un documento de julio de 2004: “Bases de implementación de Programas de Institucionalización de la Seguridad Vial en países latinoamericanos”. En el mismo CONCLUIMOS:
“Finalmente no podemos dejar de señalar que todo proceso de INSTITUCIONALIZACION DE LA SEGURIDAD VIAL de una sociedad / nación debe contemplar necesariamente los siguientes cuatro (4) objetivos básicos:
1.- Asunción de la temática Seguridad Vial como POLÍTICA DE ESTADO.
2.- Elaboración, implementación y seguimiento de un PROGRAMA DE ACCION.
3.- Asignación oficial de recursos específicos en el PRESUPUESTO NACIONAL.
4.- Definición de AUTORIDAD de Aplicación y de Coordinación.”
En mayor o menor medida, con los logros y yerros obtenidos a partir del 2008, continuamos enfrentándonos a ese DESAFÍO como SOCIEDAD y no como partidos políticos.
Director ISEV*