El gobernador de Salta, quien forma parte de la comitiva presidencial que se entrevistará con el Papa en el Vaticano, evitó polemizar sobre su acercamiento a la gestión macrista tras calificarse como un dirigente de la oposición con una “mirada de apertura”.
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien se encuentra por estas horas en Italia junto a la comitiva de gobernadores y funcionaros que acompañarán al Presidente Mauricio Macri en la visita al Papa Francisco, aseguró que no le molesta ser el peronista que está más cerca del primer mandatario, y que su presencia allí sólo responde a una invitación que le hizo el Gobierno nacional.
“Soy un gobernador de la oposición que cree que afuera de la Argentina somos todos argentinos y adentro del país quiero que al Gobierno le vaya bien… Cuando haya algo en lo que yo tenga una posición diferente, lo plantearé, y espero poder torcer esas decisiones”, expresó el mandatario provincial en una entrevista concedida a Radio La Red.
Urtubey, quien es mirado de reojo por algunos miembros del arco Justicialista por no mostrar una postura más crítica hacia el Presidente, dijo estar comprometido a colaborar en todo de lo que él dependa con la gestión del Poder Ejecutivo, aunque hizo la salvedad de que cuando llegue el momento de las elecciones cada uno se pondrá su camiseta partidaria.
En otro orden y consultado sobre el envío que el Papa le hizo a la dirigente social Milagro Sala de un rosario bendecido, el gobernador de Salta opinó que ese gesto carece de significado político y que sólo se trata de un pastor de la Iglesia que le regala un rosario a una persona que le mandó una carta. “El Papa está ocupado en cuestiones bastante más trascendentes que esa, y se mete mucho menos en la política argentina que lo que nosotros creemos”, completó.