El Concejo Deliberante de Rosario aprobó una declaración con el “más enérgico rechazo” al proyecto de ley que se disponía a tratar la Legislatura para delegar en los intendentes el derecho de aumentar el boleto del transporte urbano. Finalmente, ante la reacción de los concejales rosarinos, la Legislatura desistió de sancionar esa nueva norma.
La manifestación de rechazo salió con el voto de 19 concejales opositores, que consideraron el proyecto para modificar la ley orgánica de municipios como “un avasallamiento a la autonomía”. Sólo los ediles del Frente Progresista, votaron en contra.
El proyecto de los diputados provinciales del Frente Progresista proponía delegar en “los Ejecutivos municipales, por los próximos cuatro años, la posibilidad de modificar la tarifa y las modalidades de pago del transporte urbano si el valor establecido surgiera de estudios técnicos de costos”.
El edil peronista Eduardo Toniolli lo consideró “un golpe institucional a este cuerpo”, y un intento de “quitarle facultades” al Concejo Deliberante.
Por su lado, los concejales del Frente Progresista intentaron bajar el tono de la polémica. “¿Vamos a legislar de manera preventiva?”, se preguntó el radical Martín Rosúa al justificar su voto negativo a la declaración de rechazo del Concejo, en relación a que la norma no había sido tratada aún en la Cámara de Diputados y, de ser aprobada, aún debía pasar al Senado.