El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti (PJ), presentó el miércoles los 1.500 nuevos efectivos policiales, con los que espera reducir los índices de delincuencia en la provincia, pero no recogió más que críticas de la oposición legislativa.
El radical Miguel Nicolás reconoció que la inseguridad es el principal problema que manifiestan los cordobeses, pero advirtió que “desde hace más de 16 años el mismo signo político gobierna nuestra provincia, por lo tanto las autoridades provinciales no pueden desligarse de sus responsabilidades ni tampoco podrán negar que la situación actual sea producto de políticas erróneas en la materia o por la falta de ellas”.
“Podemos observar que la desidia y la incompetencia por parte del gobierno provincial para implementar una política de gobierno en un tema tan sensible como la seguridad somete a los ciudadanos cordobeses a la buena de Dios, abandonados por las autoridades desde hace más de una década de gestión, no pudiendo resolver este problema tan crucial para nuestra sociedad”, recalcó.
“La situación de inseguridad -continuó- responde a una multiplicidad de factores, que la sola presencia de la fuerza policial no puede, por sí misma, resolver ésta problemática”.
Para Nicolás, “la ausencia o precaria presencia de la policía, su falta de equipamiento adecuado o la infraestructura obsoleta que tienen para realizar su trabajo, contribuyen al incremento de los hechos delictivos que estamos sufriendo los cordobeses”.