Un nuevo caso de transfuguismo se registró en la Legislatura de Córdoba, donde la juecista Adriana Oviedo abandonó el bloque del Frente Cívico (que integra la alianza Cambiemos con la UCR y el PRO) para integrarse a la bancada oficialista de Unión por Córdoba (peronismo).
El cambio de oposición a oficialismo fue, según se denunció desde el Frente Cívico, por la promesa de unos cargos.
El Tribunal de Etica del Frente Cívico resolvió expulsar a Oviedo del partido por considerar que con su pase al oficialismo se convirtió en una “tránsfuga política”.
“Su alejamiento se produce, al objeto de obtener cargos públicos para sus allegados, que le fueron ofrecidos por el legislador Carlos Gutiérrez, jefe del bloque de Unión por Córdoba”, agrega la resolución partidaria.
Además, sostiene que “la conducta de la afiliada Adriana Oviedo importa una traición inusitada, acaecida por ofrecimientos de contenido económico, y un desconocimiento al compromiso formalmente asumido ante escribano público, antes de principiar su mandato, en el sentido de que las bancas pertenecen al Partido y que, en caso de divergencia, renunciaría a la misma”.
Por su parte, Cambiemos en la Legislatura emitió un documento en el que denuncia que la actitud de Oviedo “representa una estafa política, un simple fraude electoral que deteriora el sistema democrático porque los electores votaron por una organización política y no por un representante”.
“En muchas legislaciones comparadas, estas actitudes, poco éticas, están incorporadas en los códigos penales, incluyendo la expulsión de las bancas y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos. La legisladora Oviedo confunde también en sus conceptos, seguramente redactados por algún burócrata oficialista de la Legislatura, identidad partidaria con sectarismo», concluyó.