El empresario Lázaro Báez sufrió un nuevo y reiterado revés en la Justicia: esta vez se trató de un intento para demostrar que su principal acusador, el financista Leonardo Fariña, no está bien psicológicamente.
La Sala Segunda de la Cámara, con las firmas de los jueces Eduardo Farah y Martín Irurzun, descartó la presentación de los abogados de Báez, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro. Báez aspiraba a “que se lleve a cabo una junta médica para determinar el cuadro clínico psico-psiquiátrico de su co-imputado Leonardo Fariña”.
Pero el juez federal Sebastián Casanello, primero, y la Cámara, ahora, la desestimaron como prueba útil en el marco de la causa.
“Las críticas esbozadas por la defensa, bajo la apariencia de sostener nuevamente la inobservancia de normas sustantivas que hacen a la garantía de defensa en juicio, como así a la existencia de un gravamen irreparable en su contra, se dirigen exclusivamente a reeditar los fundamentos que ya fueran manifestados”, sostuvo la Cámara.