La Cámara Federal de Casación Penal ratificó la validez de escuchas telefónicas que fueron utilizadas para procesar a un grupo de policías de la Comisaría 51 acusados de pedir coimas en las calles.
La Comisaría 51 fue recientemente descabezada y sus responsables quedaron sometidos a una investigación judicial por presuntamente proteger a un prostíbulo en la zona de Núñez.
El tribunal de Casación ratificó la decisión que “no hizo lugar al planteo de nulidad sobre la incorporación de las transcripciones de las intervenciones telefónicas”, de las que se valió el juez federal Sebastián Casanello para disponer los procesamientos.
Los imputados son un cabo y dos cabos primeros de la Policía Federal, acusados de haberle pedido un soborno de mil pesos (que originalmente eran dos mil) a dos motociclistas para evitarles una causa penal por el hallazgo de marihuana entre sus pertenencias.
Los hechos ocurrieron el 20 de marzo de 2015 en la intersección de Blanco Encalada y Migueletes, cuando dos jóvenes fueron interceptados por policías en ocasión que bajaban de la moto en la que circulaban.
Uno de ellos tenía en su mochila una pequeña cantidad de marihuana, por lo que les exigieron dinero a cambio de evitarles la causa judicial: “¿cuánto vale tu libertad?”, les dijeron.
La denuncia fue formulada por los jóvenes ante la fiscalía de Saavedra, a cargo de José María Campagnoli, y recogida por el fiscal federal Federico Delgado, quien impulsó los procesamientos ante el juez Casanello.
Ahora, la Sala Primera de la Casación, con las firmas de los jueces Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, avaló la utilización de las escuchas y encaminó el expediente hacia la etapa de juicio oral.