La indemnización resarció a un empleado de maestranza, quien ingresó a trabajar en la sede de Madres en Hipólito Irigoyen al 1.500 el 1º de noviembre de 2005.
El vínculo laboral cesó por decisión de la empleadora el 31 de agosto de 2011, fecha del despido que se le comunicó vía carta documento.
El despido se debió al cese de la construcción de las viviendas sociales que la Fundación realizaba a través del plan “Sueños Compartidos”, actividad que inclusive generó una causa en el fuero penal federal.
Los jueces concluyeron que los testimonios brindados, sobre la fecha de ingreso del afectado, tipo de tareas, horarios y otras condiciones labores, “resultan concluyentes, imparciales y objetivos” y “concuerdan entre sí de modo tal que no dejan lugar a dudas”.