“El Presidente tomó la decisión de no convocar a sesiones extraordinarias en febrero y trabajar a partir de su mensaje del 1º de marzo en un calendario legislativo regular para de esta forma poder dar todos los ámbitos de debate”, explicó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, desde Casa de Gobierno.
Consultado sobre los motivos que llevaron a tomar esa decisión, y si existió algún tipo de desavenencia con el peronismo para decidir ello, el funcionario nacional negó cualquier tipo de problemas.
“La decisión no obedece a ningún cortocircuito. Se discutió la posibilidad de tener una o dos sesiones en febrero pero consideramos que no valía la pena”, argumentó el jefe de Gabinete, quien aclaró que la misma también se tomó en conjunto con las autoridades legislativas.