La jueza en lo contencioso administrativo y tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandra Petrella, desestimó el pedido del abogado Mario Perriconi de Matthaeis, quien sostuvo que en la avenida Corrientes “se encuentran emplazados diversos puestos de venta ambulante de mera subsistencia, fundamentalmente artesanos», y que el GCBA “despliega una persistente actividad persecutoria en cumplimiento de normativa difusa, que permite trabajar a algunos y no a otros”.
La jueza consideró que no existe urgencia suficiente para habilitar la actividad judicial, que está en receso durante enero y, en consecuencia, rechazó el tratamiento del pedido durante la feria judicial.
Perriconi de Matthaeis, invocando el carácter de amicus curiae, inició la acción de amparo “a los fines de salvaguardar derechos colectivos de ciudadanos que se presumen honestos y con actividad lícita, pero con reglamentación ausente”.
Así, aludió a quienes “en la Avenida Corrientes, entre las avenidas Callao y 9 de Julio, se encuentran emplazados diversos puestos de venta ambulante de mera subsistencia, fundamentalmente artesanos, y que el GCBA despliega una persistente actividad persecutoria en cumplimiento de normativa difusa, que permite trabajar a algunos y no a otros”.
El abogado había reclamado “el dictado de una medida cautelar en la cual se decrete la prohibición de innovar y se les permita a todos los sujetos, previo relevamiento por autoridad imparcial, que trabajen como artesanos”.
Pero la jueza consideró que no era “tema de feria” y pospuso cualquier resolución para febrero.