“Una lipotimia no va a impedir que cumpla con mi deber constitucional”, dijo Schiaretti para restarle dramatismo a la situación, que tiene efectos políticos porque siempre se sospechó que su estado de salud no es el mejor. El gobernador peronista quiere ir por su reelección en 2019.
En el discurso, Schiaretti aseguró que “nuestro modelo de gestión es respetuoso de la gobernabilidad, apuesta al diálogo y el consenso, promueve un Estado presente, apuesta y subsidia el trabajo, no la pobreza”.
Además, en relación al Gobierno nacional, aseguró que su gestión “siempre” va a trabajar para “evitar las crisis y garantizar la gobernabilidad en la Argentina democrática”.
Schiaretti afirmó que se debe “trabajar juntos para resolver los problemas de la gente, más allá de las diferencias políticas que se dirimen en las elecciones”.
“Sabemos que cada vez que hubo crisis de gobernabilidad, las consecuencias fueron el aumento de la pobreza y el sufrimiento de nuestro pueblo”, remarcó.
Asimismo, declaró que se vive “una nueva época en la historia política de la Argentina, donde conviven nuevos dirigentes, nuevas ideas, con las históricas convicciones”.
“Jamás nuestro gobierno tendrá la mezquindad de poner palos en la rueda a un Gobierno nacional elegido por la gente, más allá de que no sea de nuestro signo político y de las diferencias que tengamos”, agregó.