Los tres gendarmes señalados detuvieron a un grupo de chicos en la intersección de las calles Tapia de Cruz y Mitre de la ciudad de Escobar el 21 de octubre de 2011, y los llevaron en un camión a un destacamento de Gendarmería.
Según el fallo, “durante el trayecto los gendarmes caminaban por arriba de ellos, les pegaron en múltiples oportunidades con macanas y tonfas en la espalda y brazos, y también les propinaban patadas y les pisaban los pies”.
Además de los tres años de prisión, los gendarmes fueron inhabilitados para ocupar cargos púbicos por el doble de tiempo.