Se trata de un anciano que había obtenido la prisión domiciliaria por tener 77 años de edad y algunas dolencias físicas, y estaba al cuidado de una amiga en una casa en Olivos.
El acusado ya había violado anteriormente otras concesiones de morigeración de su estado de detención, pero esta vez parecía dispuesto a cumplirla porque, además, sus problemas de salud se habían agravado.
Sin embargo, el monitoreo manifestó que había irregularidades y ante el alerta de la tobillera, el tribunal que lo tenía detenido en una causa por falsificación de documentos y estafas fue a buscarlo y se encontró con que el adminículo estaba arriba del televisor y que la casa estaba siendo pintada como para ponerla en alquiler.
La Justicia ordenó la captura inmediata del anciano.