Diputados aprobó la “Ley Justina”

Por unanimidad, la Cámara Baja nacional le dio sanción definitiva a la iniciativa que también había sido aprobada con contundencia en el Senado. Tiene por objeto regular las actividades vinculadas a la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano en el país. Por Cuarto Intermedio

Justina Lo CaneJustina Lo Cane

Por 202 votos afirmativos, la Cámara de Diputados nacional le dio sanción definitiva a la denominada “Ley Justina”, la cual establece que “podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos, a toda persona capaz mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos”.

La norma fue inspirada en el caso de la pequeña Justina Lo Cane, quien falleció en el mes de noviembre del año pasado a los 12 años de edad en la Fundación Favaloro a la espera de un trasplante de corazón.

En la iniciativa aprobada también se impondrá de ahora en adelante la obligación a los profesionales médicos de notificar al INCUCAI los tratamientos de diálisis que le realicen a un paciente, o cuando le indiquen la realización de un trasplante.

Asimismo y para asegurar la calidad de todo lo relacionado con donación y trasplante, se deberá destinar como mínimo un 20 por ciento de los recursos del Fondo Solidario de Trasplantes a capacitación.

Por su parte el senador Juan Carlos Marino -autor del proyecto-, expresó su satisfacción al manifestar que la flamante ley implica un cambio histórico en materia de donación de órganos y tejidos en la Argentina.

“Las leyes que tienen amplio concepto y que sirven para mejorar la calidad de vida de la gente son las que son más apoyadas. Creo que lo de Justina nos dejó una enseñanza muy grande, igual que sus padres, y esto también es gracias a ellos, Ezequiel y Paola”, sostuvo el legislador de la alianza Cambiemos.

Marino, además, señaló que actualmente hay unas 10.500 personas que están esperando un trasplante en un país donde ahora sólo donan 13 personas por cada millón de habitantes. “Eso va a cambiar y ahora más pacientes van a tener su oportunidad porque todo donante presunto ya no va a tener la decisión en cabeza de su familia, sino que se va respetar la que ha tomado en vida. De esta manera, estamos liberando a la familia de tener que tomar la decisión en un momento tan complejo; tan duro como es la pérdida de un ser querido”, agregó.