Ambos están procesados por “lesiones en agresión y atentado contra la autoridad agravado”, delitos que según la tradición judicial y por la cuantía de la pena en expectativa son potencialmente considerados como de cumplimiento condicional en caso de condena.
El juez federal Sergio Torres los había procesado a ambos pero si prisión preventiva, por lo que estaban en libertad, pero la Cámara Federal -con las firmas de los jueces Leopoldo Bruglia y Martín Irurzun- había ordenado encarcelarlos aunque supeditó la concreción de esa decisión a la confirmación del máximo tribunal penal del país.
Pero la Casación corrigió ese fallo: “No se brindó un adecuado análisis de las condiciones personales… poseen arraigo y estuvieron a derecho durante la sustanciación del proceso”.
Para el tribunal, ambos procesados “cumplieron con las obligaciones impuestas por el juzgado al otorgarles la libertad”, por lo cual no hay presunción de fuga o de entorpecimiento de la investigación, que por otra parte ya está encaminada hacia el juicio oral y público.