García admitió que la mujer trabajó para su oficina hasta el 1º de mayo pasado. “Cada vez que hay que dar de baja a un colaborador, comienzan las presiones, las extorsiones. En este caso, la mujer ya venía con inasistencias, llegadas tarde y problemas con personal de la oficina, y por eso fue desvinculada», explicó al diario local La Gaceta.
Incluso antes de ser denunciado por abuso sexual, García había presentado una denuncia contra la mujer por el delito de amenaza coactiva. “A partir de que le doy de baja, ella comienza un proceso de hostigamiento y amenazas de escracharme públicamente, como finalmente ocurrió”, señaló.
De este punto de vista, la denuncia de la mujer sería una represalia por haberse quedado sin trabajo.
Para García, el objetivo de la denunciante es “enlodar mi nombre y silenciar a un legislador que está en contra de todo acoso”.
Además, recordó que él es el autor de la ley 8822, de septiembre de 2016, que tiene como objeto prevenir el Abuso Sexual Infantil (ASI).
García dijo que exigirá que se investigue a fondo para determinar quién está detrás de la denuncia en su contra, e incluso no descartó la intencionalidad política. “Dentro de un mes tenemos elecciones internas en el radicalismo, y con esta porquería quieren embarrar la cancha”, aseguró.
“Ahora me veo en la obligación de decirles a mi familia y a los tucumanos que se tienen que quedar tranquilos, que todo lo que se está diciendo sobre mi es absolutamente falso”, concluyó.