Por medio del Decreto 967/2018 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional estableció como feriado el día viernes 30 de noviembre de 2018 en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con motivo de la celebración de la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 (G20) que se llevará a cabo desde ese día hasta el sábado 1º de diciembre.
Si bien en un principio desde la Casa Rosada se buscó que se reglamentara el feriado por ley a través de un proyecto que presentó ante el Congreso nacional, finalmente optó por emitir el presente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) ante los pocos días que restan para que se de inicio a la Cumbre que reúne a los principales líderes mundiales.
“Al día de la fecha, el citado proyecto no ha sido tratado en el ámbito legislativo, por lo que ante la cercanía de la fecha de celebración de la Cumbre y con la finalidad de no dificultar su organización y celebración, resulta necesario establecer el feriado… La urgencia en la adopción de la presente medida hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la Constitución Nacional para la sanción de las leyes”, se argumentó entre los considerandos de la norma que lleva las firmas de todos los ministros del gabinete gubernamental.
Asimismo, desde la Casa Rosada recordaron sobre la iniciativa que fue enviada a Diputados el 20 de julio de 2018, que “se indicó que el establecimiento del feriado importaría el cese de actividades durante el citado día y que con ello se procuraría que se minimizara el impacto urbano producto de la disminución de la circulación de personas y que se favoreciera la ejecución de todas las tareas que resultaran necesarias para el desarrollo exitoso de la Cumbre”.
Por otra parte, señalaron que alrededor de 8.000 personas concurrirán a la Cumbre, entre los líderes y sus acompañantes, los sherpas, las autoridades ministeriales, las delegaciones, el personal de seguridad y la prensa, por lo que se impone la adopción de medidas que tengan como finalidad facilitar su organización y desarrollo.
“La preparación y coordinación de la Cumbre plantean un enorme desafío para la República Argentina. A modo de ejemplo, existen diversos aspectos que deben ser resueltos con intervención de diversas áreas de gobierno, tales como las medidas de defensa y de seguridad, el traslado de los funcionarios, y demás cuestiones atinentes al evento propiamente dicho, que deben respetar los estándares internacionales de eventos similares”, se explicó en el DNU.