El tribunal revocó el procesamiento contra un piloto de un avión ultraliviano que realizó un vuelo irregular y aterrizó sin permiso en el aeropuerto de San Fernando porque se estaba quedando sin combustible.
El 23 de julio de 2017 el piloto, quien no se encuentra registrado como personal aeronáutico ni posee licencia habilitante, conducía la aeronave que “sin ningún aviso previo” aterrizó en el aeropuerto.
El imputado explicó que se estaba quedando sin combustible porque, pese a haber cargado el suficiente para el trayecto previsto, las condiciones climáticas lo obligaron a un consumo mayor al previsto y estaba a punto de entrar en situación de emergencia.
Previo a aterrizar, realizó todas las maniobras precautorias para evitar una colisión con otra aeronave que estuviera operando en la misma zona, y ello fue valorado por los camaristas Alberto Lugones y Juan Pablo Salas, quienes consideraron que por la forma en que se desempeñó ante la situación que se le había planteado no puede sostenerse que haya habido “dolo” en su conducta.
El piloto, quien estaba procesado por poner en peligro la seguridad en el espacio aéreo, quedó ahora beneficiado con “falta de mérito”.