El proyecto fue sancionado con los 26 votos que aportaron el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y los bloques Cambiemos y Libres del Sur, además de dos legisladores del Frente Neuquino y del Frente para la Victoria que no compartieron la posición de sus compañeros de bancadas.
Mario Pilatti (MPN) argumentó que no es un préstamo sino “una operatoria poco usual”.
A su vez, Raúl Podestá, del Frente Grande, señaló que “endeudarse no es bueno ni malo pero hay que saber el cómo y el para qué. El cómo lo sabemos, el para qué no”.
Eduardo Fuentes, del Frente Neuquino, sostuvo que su oposición obedece a que “no se trata del listado de obras, sino de aprobar a libro cerrado montos trascendentes”. Desde el FIT evaluaron que el Estado tiene “recursos de sobra” para hacer las obras sin acudir a nueva deuda.
Santiago Nogueira, de Libres del Sur, justificó el respaldo del bloque porque se trata de “una oportunidad por los plazos y las tasas”. Descartó que sea “un cheque en blanco” porque el dinero estará destinado a obras y no a gastos corrientes.
De acuerdo con lo que permite esta norma, la provincia tomará los fondos a través de un “convenio subsidiario de préstamo” y será el Gobierno nacional quien solicite los fondos a organismos internacionales para transferirlos a la provincia.
El plazo de amortización será de 12 años y la tasa de interés rondará el 4% anual.