Carlos Menem y Domingo Cavallo fueron condenados a penas de prisión efectiva (tres años y nueve meses y tres años y medio, respectivamente) pero no les fueron dictadas las respectivas prisiones preventivas porque la sentencia es de primera instancia y no está firme. De hecho, quedan dos instancias más de revisión: la Cámara Federal de Casación Penal y la Corte Suprema.
En el caso de Menem, los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y José Michilini resolvieron que sólo una vez que la condena quede firme se le remitirá una copia al Senado “a los fines que corresponda”.
Menem y Cavallo fueron inhabilitados a perpetuidad para ejercer cargos públicos.
Los máximos exponentes del poder en los años 90 fueron condenados por “la decisión de enajenar el Predio Ferial de Palermo, el cual se hallaba bajo la órbita de administración y custodia del Poder Ejecutivo Nacional, materializada sin la correspondiente intervención del Congreso Nacional, en franca oposición a su régimen jurídico, por medio de una forma de contratación -venta directa- que no procedía en este supuesto y por un precio subvaluado”.
“Teniendo en cuenta que resultaba funcionario público y fue desde aquel rol que llevó a cabo la conducta criminal que se le achaca, corresponde además imponerle la pena de inhabilitación especial perpetua”, sostuvo la resolución, de casi 600 páginas, sobre la situación de Menem.