Se trata de dos uniformados, protagonistas de un episodio ocurrido en 2014 en la subcomisaría Novena de Labordeboy, Santa Fe. Uno de ellos era el comisario de la Sub Comisaría y el otro fue el agente que estaba a cargo de la dependencia policial. Según la crónica policial, uno de ellos se retiró sin permiso y cuando regresó se encontró con que desconocidos habían robado armas de la guarnición policial.
El juez Eduardo Bianchini ordenó la inhabilitación especial para cumplir funciones en empleo o cargo público para ambos, y también una multa económica de entre seis mil y ocho mil pesos.
Los hechos ocurrieron el 31 de mayo de 2014. Según la acusación fiscal, pasada la 1:40 de la madrugada, uno de los agentes debía cumplir funciones de oficial de guardia en la subcomisaría Novena de Labordeboy y se retiró, siendo que -prosiguió- “el condenado no cerró la puerta trasera de la dependencia policial, y omitió tomar las medidas de seguridad necesarias a los fines de resguardar los bienes que había en el interior de la dependencia policial”.
“Pasadas las 4:00 de la madrugada, regresó al lugar y notó que desconocidos habían ingresado por la puerta trasera de la subcomisaría y sustrajeron del escritorio de la oficina de Sumarios una pistola 9 milímetros; una escopeta calibre 12.70 milímetros y una pistola ametralladora FMK3”.
La Corte, por unanimidad, rechazó los últimos recursos de los imputados y le dio al expediente fuerza de “cosa juzgada”.