Con el período de sesiones ordinarias del Congreso nacional formalmente inaugurado por el Presidente Alberto Fernández se renuevan, tal como suele suceder en estas instancias, las expectativas de que el presente año sea productivo en materia legislativa y que se rompa de esta manera con la parálisis que por ciertos tramos encuentra al Parlamento trabajando a “media máquina” en lo que refiere a tratamiento y sanción de iniciativas.
Pese a que aún resta que se llegue al mes de diciembre para poder hacer un balance preciso sobre ello, resulta a las claras una buena señal que la agenda de los diputados y senadores haya comenzado a ocuparse ni bien el sucesor de Mauricio Macri asumió el poder, quien inmediatamente convocó a sesiones extraordinarias para tratar una serie de leyes claves ante la delicada situación económica en la que se encontraba -y todavía se encuentra- el país.
Ahora bien y tras el discurso pronunciado por el Jefe de Estado el domingo pasado, se confirmó la intención de que se continúe con el ritmo legislativo a partir de un puñado de iniciativas impulsadas desde la Casa Rosada. En efecto, se comenzará a trabajar ya mismo en comisiones para recibir los distintos proyectos provenientes desde Balcarce 50, dado que previo a que hagan su paso por el recinto deben ser analizados y posteriormente dictaminados para habilitar sus debates.
Por caso, Fernández anticipó que remitirá al Congreso las siguientes iniciativas: legalización del aborto; Plan de los 1.000 días para proteger a mujeres embarazadas y a sus hijos; nueva Ley de Hidrocarburos; Ley de Inteligencia; reforma judicial; creación del Consejo Económico y Social para el Desarrollo Argentino; demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina; creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas; modificación del régimen federal pesquero; y creación de la Agencia Federal de Impacto de las Políticas Públicas.
Sin embargo, fuentes gubernamentales deslizaron que si bien los proyectos comunicados por el Presidente son considerados de suma importancia, de seguro en los próximos meses buscarán promover otros tantos que por estos momentos se encuentran en etapa de confección en algunas de las carteras del Gobierno.
Tras un 2019 signado por la baja productividad legislativa en cuanta a sanción de leyes se refiere, el presente año promete, por lo menos desde su inicio, que romperá con esa inercia: es que a las iniciativas que aún aguardan su sanción definitiva tras haber sido abordadas durante el verano, ahora se les acaban de sumar otra tanda cuyas temáticas, en algunos de los casos, serán motivo de “fuertes” debates en el recinto, tales como la referida al aborto; o la que propone cambios en la Justicia.