El Frente Progresista Cívico y Social impuso su propio dictamen con sus 21 votos, contra los 8 votos de los bloques del justicialismo, Somos Vida y Familia y del Frente Social y Popular. La clave es que el Frente eliminó los superpoderes para el Poder Ejecutivo.
Con el personal mínimo e imprescindible de la secretaría Parlamentaria y taquígrafos, la sesión extraordinaria reunió apenas a 32 de los 50 diputados. Juntos por el Cambio no participó aduciendo temas sanitarios en el propio recinto.
Farías expuso por el Frente Progresista y Busatto por el justicialismo.
Por el Frente Progresista, Pablo Farías destacó que la oposición aceptó autorizar un endeudamiento de hasta 37.300 millones hasta fin de año, pero criticó que el Ejecutivo no haya mandado el mensaje sobre partidas para salud y una discriminación de la Casa Gris hacia los municipios y las comunas que no administra el peronismo. “Las municipalidades no tienen posibilidades de tener un plazo fijo de 10 mil millones como tiene el gobierno provincial”, señaló.
El peronista Leandro Busatto, en tanto, advirtió que el Frente Progresista se ha constituido “en un tabique político para que el Poder Ejecutivo no pueda gobernar”. Asimismo, recordó que el gobierno se encontró con una deuda flotante de 29 mil millones de pesos y un déficit del ejercicio 2019 de 19 mil millones de pesos. “Nos preocupa la no asunción de la realidad por parte de la mayoría de esta Cámara”, remató.