El tribunal oral federal número uno de La Plata emplazó a las partes a redefinir la lista de testigos, incorporar por lectura las de medio centenar de fallecidos (entre ellos varias víctimas, por ejemplo, Adriana Calvo de Laborde, cuyo relato fue central para la condena en el histórico juicio a los comandantes de la última dictadura) y buscar formas alternativas para escuchar a quienes integran los grupos de población de riesgo.
Entre ellos figura Lidia Papaleo, viuda del financista David Graiver.
Los CCD del sur del Gran Buenos Aires funcionaron bajo la órbita del difunto general Ramón Camps y bajo jurisdicción directa de Miguel Etchecolatz.
El tribunal recomendó que se extremen los recursos para recurrir a los medios electrónicos, de manera tal de encontrar una forma de reducir las demoras en el inicio del juicio.