Se define el nuevo esquema de la cuarentena

A horas de que se confirme cómo se continuará con la cuarentena de cara a los próximos días, el Presidente repetirá la estrategia de esperar los últimos datos epidemiológicos para pronunciar su decisión. En ese marco, recibirá a Rodríguez Larreta y a Kicillof, cuyos planes no se encuentran precisamente en la misma sintonía. Por Julian Chorny

Si bien aún restarán analizar dos jornadas completas más y algún que otro encuentro con especialistas -además de los que ya están programados para el día de la fecha- es prácticamente un hecho que el Presidente Alberto Fernández resolverá anunciar una nueva extensión de la cuarentena para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en principio, hasta el 17 de agosto próximo.

Para el resto del país, en cambio, continuará la evolución de la etapa de distanciamiento social, siempre en cuando los informes epidemiológicos no sugieran lo contario. No obstante, hay distritos en las provincias de Río Negro, Neuquén y Jujuy que aún mantienen el confinamiento con similares características a las del AMBA.

Pero más específicamente y en lo que respecta a Ciudad y Provincia de Buenos Aires, el primer mandatario tendrá por delante una decisión de similares características al del anuncio previo a la cuarentena todavía vigente hasta el 2 de agosto: es que tal como se venía advirtiendo por este espacio, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, está convencido de continuar con el cronograma de aperturas -irían por la segunda de la sexta- a pesar del incremento de los casos de coronavirus en las últimas semanas.

Prueba de ello pasa por las declaraciones realizadas por el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, durante sus últimas exposiciones ante la prensa, ocasiones en las que explicó que la curva de contagios comenzó a evidenciar números como que han retornado nuevamente a la meseta histórica, y que pese a que actualmente hay cierto “stress” en el subsector privado respecto a la ocupación de camas de terapia intensiva, la situación epidemiológica en relación a los casos por día de la enfermedad están relativamente estabilizados.

Sin embargo, desde el territorio bonaerense piden esperar hasta último momento para revisar los nuevos reportes ya que tanto el ministro de Salud provincial -Daniel Gollán- como su vice -Nicolás Kreplak- vaticinan, ahora, un posible colapso sanitario para mediados de agosto.

El gobernador Axel Kicillof, mientras tanto, mantiene un prudencial silencio respecto a pronósticos y fechas (dejando esa tarea a sus funcionarios), puesto que también debe maniobrar con aquellos distritos más alejados de la avenida General Paz que tienen la situación prácticamente controlada y que, por consiguiente, reclaman por más aperturas ante la presión económica y social que sufren.

Ante ese panorama y más allá de lo que arrojen las cifras -las cuales se presume que no variarán en lo inmediato respecto a las de los últimos días- el Jefe de Estado volverá a remarcar la importancia del cuidado personal como principal herramienta para evitar la propagación del virus, e insistirá para que aquellos que puedan continuar cumpliendo con sus actividades dentro de sus hogares prosigan de la misma manera.

Ahora bien, la gran incógnita radica en si finalmente dará el visto bueno a Rodríguez Larreta para continuar con su plan de aperturas progresivas en la Ciudad y si, en el mismo acto, da su bendición a Kicillof para que deje todo como está en su territorio y, eventualmente, dar marcha atrás para alguna actividad o zona en particular.

Todo parecería indicar que se buscará dejar conformes a ambos mandatarios, aunque se volverá a insistir durante el mensaje a la ciudadanía con que tanto Capital Federal como Provincia de Buenos Aires avanzarán o retrocederán conjuntamente en el caso que se materialice la constante amenaza de desborde en el sistema de salud en cualquiera de las dos veredas.

Por otra parte y en lo que sí se podría decir que hay coincidencia absoluta, es en mantener los controles sobre el transporte público y de continuar limitando su uso, únicamente, para los trabajadores esenciales.