“La más obvia -detalló según publica paginapolitica.com– es que atenta contra la libertad. No se puede forzarnos a formular nuestras propias ideas, propuestas y proyectos de una manera que no compartimos plenamente”, manifestó el diputado provincial Manuel Troncoso.
“Esta es una idea -continuó- un poco absurda que atenta contra derechos constitucionales inalienables que no pueden ser normativizados: libertad de conciencia y de expresión”.
Para Troncoso, la “jerga inclusiva” identifica “a un sector ideológico” y su imposición sería “obligar a todos a usar los códigos de un sector”, lo que supone “pretender someter al conjunto a esa cosmovisión particular, lo que sin duda resulta lesivo y antidemocrático”.
“El proceso natural y democrático sería el inverso: aguardar a que, si la sociedad lo decide, los códigos propuestos se configuren como representativos de la población y en tal caso avanzar en reglamentaciones, ya que habría acuerdo social. Esto no pasó aún, ni en el país, ni en nuestra provincia, y en ninguna localidad”, destacó el diputado del PRO.
Troncoso advirtió que el uso o no del lenguaje inclusivo no tiene impacto real “en el sometimiento a las mujeres ni otros colectivos sociales”. “No existe correlación alguna entre el lenguaje y la desigualdad”, concluyó.