La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) destacó la decisión de los municipios de la Provincia de Buenos Aires que decidieron prohibir a los locales de grandes superficies que vendan artículos que no son de primera necesidad, dado que ello establecía una desigualdad con los pequeños negocios de barrio que permanecen cerrados con la vuelta a la “Fase 1” de la cuarentena por la pandemia del coronavirus.
“Esta decisión protege a los comercios que tienen prohibida la comercialización de sus productos. Solicitamos que la medida se haga extensiva a todo el AMBA y a las jurisdicciones que se encuentran en fase 1 para evitar un mayor cierre de pymes”, manifestó al respecto el presidente de CAME, Gerardo Díaz Beltrán.
En efecto, los negocios de la Capital Federal dedicados a la venta de artículos como indumentaria, lencería y calzado, entre otros, no están habilitados para abrir sus puertas.
Por esa razón, en el mes de mayo la entidad había manifestado su indignación por la competencia desleal, ya que las grandes superficies como hipermercados continúan vendiendo mercaderías no esenciales. Esto sucede -observaron- porque el Decreto presidencial por el cual se mantiene el aislamiento social, preventivo y obligatorio no se los prohíbe. Además, sostuvieron que se suma a ello la ausencia de protocolos que establezcan los requerimientos de salubridad contra el COVID-19, mientras que las pymes comerciales realizaron innumerables esfuerzos para contar con todo lo necesario para mitigar la propagación del virus.
“La pyme es atendida por sus dueños o personal que vive en cercanía o se traslada por medios propios. Tiene muchísima menos circulación que un hipermercado. Pueden adoptar medidas de limpieza y desinfección mucho más estrictas que un gran supermercado donde miles de personas tocan y dejan productos en diversos lugares”, señaló Díaz Beltrán.
Desde CAME, además, recordaron que los comerciantes de electrodomésticos, indumentaria, juguetería, librería, blanquería, marroquinería, calzados, artículos de bazar y para el hogar, entre otros rubros, están haciendo un gran esfuerzo económico para subsistir ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, acumulando deudas, y con una caída de las ventas minoristas de 50,8% anual en el mes de mayo.
Asimismo, mencionaron que mientras el 94,5% de las pymes no pueden cubrir sus costos operativos, las grandes cadenas ofrecen descuentos especiales en estos productos, aprovechando la circunstancia.
“En el país las pymes comerciales dan trabajo registrado a 1.000.000 de personas. Es por eso que desde CAME pedimos la extensión de la decisión adoptada por los municipios de Lanús, Tres de Febrero, Hurlingham, La Matanza, Merlo y Morón a otras localidades donde hay restricciones a los negocios pyme. La medida permitirá que esas ventas se canalicen de manera electrónica a los comercios más pequeños”, concluyeron.