El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, mantuvo un encuentro por videoconferencia con los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca); Gustavo Valdés (Corrientes); Gildo Insfrán (Formosa); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Sergio Uñac (San Juan); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Omar Perotti (Santa Fe); Alberto Rodríguez Saá (San Luis); y Juan Manzur (Tucumán).
En ese marco, se coincidió en el criterio de una vuelta “escalonada y progresiva” a clases en el mes de agosto, con asistencia alternada y oferta combinada en zonas libres de casos COVID-19, entre otras posibilidades, en pueblos con baja densidad poblacional, menor uso de transporte y ruralidad o plurigrado focalizando los esfuerzos en estudiantes con mayor necesidad de continuidad pedagógica por las limitaciones o ausencia de conexión a internet.
Asimismo, también se acordó que se priorizarán los establecimientos urbanos y periurbanos, donde haya una tasa regular mínima o nula de contagios y los momentos críticos de la escolaridad como lo son la finalización e inicio de los niveles educativos obligatorios.
“Debemos priorizar las zonas, localidades y pueblos donde las condiciones epidemiológicas lo permitan, de modo escalonado con enfoque en los últimos años de cada nivel, entendiendo que en muchos casos se hará de modo alternado, por grupos, combinando presencialidad con trabajo virtual o no presencial”, manifestó Trotta.
En esa línea, el titular de la cartera educativa enfatizó que no está en discusión la obligatoriedad de la educación básica, que deberá asegurarse tanto bajo la modalidad presencial como no presencial, y que en esta instancia excepcional se atenderán todas las situaciones en las que, por distintas razones, la presencialidad no pueda asegurarse. Además, garantizó que se mantendrán las acciones de evaluación que se vienen desarrollando y la acreditación de saberes una vez que se haya regresado a las aulas.
Por otra parte y con el objetivo de poner en condiciones a los establecimientos educativos de todo el país y que puedan cumplir con los correspondientes protocolos sanitarios para el regreso a clases, el Ministerio de Educación informó que se realizará una inversión de 2.300 millones de pesos que se repartirá de la siguiente manera: $500 millones en transferencias de hasta $50.000 directo a las escuelas, que priorice la provincia para la vuelta a la presencialidad destinados a la adquisición de insumos (alcohol, lavandina, artículos de limpieza, tapabocas, etc.); $1.300 millones para obras destinadas a provisión de agua, reparaciones de sanitarios y acondicionamiento de higiene y seguridad (con un sistema mixto, directo a escuelas hasta $400.000 y vía provincia montos mayores); y $ 500 millones de refuerzo del programa 37 de infraestructura escolar, destinado a reparaciones menores de las escuelas, con el objetivo de su puesta a punto para el reinicio de la presencialidad.
Según precisaron, el sistema de asignación directa a escuelas se hará mediante una tarjeta de pago que la directora o director de la institución destina a la compra de materiales de los rubros aprobados, y la distribución por jurisdicción estará directamente vinculada a las necesidades para las acciones de regreso a la presencialidad, conforme las defina cada provincia.
Por último, vale recordar que según lo establecido por el Consejo Federal de Educación en la Resolución Nº 364/2020, la reanudación de las clases será escalonada, de acuerdo con criterios epidemiológicos de evolución de la pandemia, las características sociodemográficas de cada región y la identificación de momentos críticos de la escolaridad.
Esto, en la práctica, significa que se podrán definir distintas fechas de tránsito a la presencialidad entre jurisdicciones, dentro de cada jurisdicción y para los distintos años/grados escolares -la apertura de una escuela no significa necesariamente que todos los grados o años escolares van a retomar la presencialidad en esta primera etapa-.