En la antesala de la reunión entre Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta para analizar los pasos a seguir de cara a la etapa de la cuarentena que vencerá el 2 de agosto, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió por la fragilidad en la que se encuentra el sistema sanitario provincial en estos días.
Por caso, mencionó que el traslado de pacientes del PAMI de la Ciudad a la Provincia de Buenos Aires es un indicador de saturación del sistema de salud que da cuenta de una tensión muy grande sobre el sistema.
“Cuando uno habla de colapso es un proceso gradual; cuando uno está horas buscando una cama en ambulancia, ese es un signo de colapso. Que tengamos ya un porcentaje de pacientes de PAMI de la Ciudad que van a la Provincia buscando camas, nos da cuenta de una tensión muy grande sobre el sistema. Esto es un indicador de saturación”, graficó el funcionario bonaerense en diálogo con Radio La Red.
En ese sentido, explicó que el sistema de salud es una estructura dinámica y compleja que tiene muchas formas de gestionarla y administrarla, y que el colapso no es un número sino que va a tener múltiples consecuencias que se irán viendo gradualmente.
Además y en relación a cuál era su postura respecto a las posibles nuevas aperturas que podrían producirse a partir de la semana próxima, Kreplak reconoció que si bien se deben analizar las opciones, se ubica del lado de los que piensan que se deberían reducir las mismas.
“Hay que analizar la evolución de la cantidad de casos. Si continúan aumentando como lo están haciendo desde el punto de vista sanitario, deberíamos tratar de tener menos casos. Tenemos una letalidad del 2% y eso es que por la cantidad de contagios por día hay 120 fallecidos, lo cual es mucho”, opinó.
Por otra parte, la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, también se manifestó al respecto en el marco de la reunión entre el mandatario provincial y el jefe de Gobierno porteño, al advertir que si la Provincia de Buenos Aires continúa con el actual ritmo de contagios de coronavirus, para mediados del mes de agosto tendrían el 90% de camas ocupadas.
“La preocupación tiene que ver con cuánto resiste el sistema de salud. Si no hubiera una disparada de casos, el escenario posible es mantener las cosas como están”, vaticinó la funcionaria en declaraciones a la radio AM 750, quien además consideró que la gente perdió el miedo y comenzó a cuidarse menos, por lo que pidió insistir con las características de que la enfermedad es muy contagiosa.
Desde la vereda opuesta, sin embargo, el titular de la cartera de Salud porteña, Fernán Quirós, dijo durante el informe sobre la situación epidemiológica en la Ciudad de Buenos Aires que últimamente los casos por día de la enfermedad están relativamente estabilizados.
“Al día de hoy está el 60% ocupado en el subsector público las camas de terapia intensiva dedicadas al COVID-19. Si se mira en los últimos 10 días, ese porcentaje se ha movido entre el 58 y 63%, de manera que no hay una pendiente de ascenso en el uso de las camas de terapia intensiva de COVID en el subsector público”, explicó.
No obstante, contó que el subsector privado sí está siendo un poco más estresado (74/75%) porque tiene una combinación de que ha aumentado la actividad en los barrios con cobertura privada, y que por consecuente se acude en menor medida al sistema público. “El subsector privado está progresivamente tomando más cuotas de trabajo pero no se ve allí una curva de ascenso progresiva día a día de la ocupación”, aseguró.
Asimismo y consultado sobre las posibles aperturas, Quirós comentó que se encuentran analizando los últimos datos y que hasta el momento no se ha tomado una decisión en ese sentido por lo que, a diferencia de sus pares bonaerenses, no fue terminante respecto a un eventual escenario de colapso sanitario si se continúa como hasta ahora, o si se decide avanzar con nuevas flexibilizaciones.