Los jueces Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci declararon “inadmisibles” las apelaciones de la fiscalía y las querellas -entre ellas Patricia Walsh- y dejaron firme la decisión del juez de tribunal oral Daniel Obligado, que concedió la prisión domiciliaria.
Capdevila, que era Jefe de Sanidad en el centro clandestino de detención que funcionaba en la ESMA, “brindaba asesoramiento sobre la conveniencia de continuar o suspender la aplicación de electricidad mediante picana” en las sesiones de tortura a los presos políticos detenidos clandestinamente. También fue condenado por los partos de secuestradas dentro de ese centro clandestino y la supresión de identidad de esos bebés, muchos de los cuales continúan hoy sin conocer su origen.
El juez Alejandro Slokar votó en contra de la domiciliaria. “Los crímenes de esta laya resultan imprescriptibles, no pasibles de indulto ni amnistía, tampoco puede conmutarse o reducirse la respuesta punitiva impuesta, pues se ingresaría nuevamente en un pasaje de impunidad”.
“El otorgamiento indebido de estos beneficios puede eventualmente conducir a una forma de impunidad, particularmente cuando se trate de la comisión de violaciones graves de derechos humanos”, resumió el voto en minoría.