En el decreto, el vicegobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, estableció que “esta Presidencia estima del caso establecer que durante la época invernal la Legislatura de Tucumán no entrará en receso administrativo y legislativo, manteniendo todas sus áreas pertinentes para el normal desenvolvimiento del Poder Legislativo”.
Además -según publicó el diario La Gaceta-, dispuso “la continuidad del horario laboral y, cuando la circunstancia así lo requiera, sin restricciones horarias, como así también la prohibición de realización de actos y/o reuniones dentro del ámbito del Poder Ejecutivo, a excepción de las autorizadas por la Presidencia”.
La Constitución de Tucumán fija que el Poder Legislativo tiene dos períodos de sesiones ordinarias: del 1° de marzo al 30 de junio; y del 1° de septiembre hasta el 31 de diciembre. Asimismo, pueden realizarse sesiones extraordinarias en los meses que no están incluidos en el articulado de la Carta Magna. En ese sentido, es uso y costumbre en el cuerpo colegiado que se disponga de recesos en verano y en invierno, en consonancia con la feria judicial y las vacaciones.
La medida tomada por Jaldo -y refrendada por el secretario, Claudio Antonio Pérez- está enmarcada en las normativas de emergencia por la pandemia de coronavirus.
El decreto del presidente de la Legislatura destaca que se dictaron otras disposiciones preventivas para resguardar la salud de los empleados legislativos, y que alcanzan a embarazadas, pacientes oncológicos y mayores de 60 años, entre otros trabajadores que integran el considerado “grupo de riesgo” de COVID-19.