Durante su participación por videoconferencia de la apertura del 56° Coloquio de IDEA, el Presidente Alberto Fernández dijo que necesitan una Argentina que crezca con confianza y que los empresarios entiendan que tienen que trabajar juntos para desarrollar el país.
“Si el desarrollo se da sin reglas claras que fije el Estado, y si no conlleva un desarrollo que alcance a todos los sectores, es un desarrollo que no sirve, y que solo trae conflictos. El Estado, el capitalismo y el mercado definitivamente están vinculados al progreso y al desarrollo, y así debemos entenderlos”, expresó.
Asimismo reconoció que en la actualidad se enfrentan con un problema con la falta de divisas pero descartó que ello conlleve a que se pueda producir una devaluación. De la misma manera, negó rotundamente que el Gobierno se vaya a meter con los depósitos que las personas tienen en la divisa norteamericana. “Jamás haría semejante cosa”, subrayó.
Durante su discurso, además, el primer mandatario mencionó que a veces escucha decir que a al actual Gobierno no le importan los empresarios, pero que sin embargo están llevando adelante un programa para atender la producción y el trabajo por el que llegaron a 236 mil empresas que sin la ayuda del Estado tal vez hoy no existirían, y de ese modo se garantizó el trabajo de 2 millones y medio de argentinos.
“El tiempo que se viene nos exige pensar el desarrollo de otro modo, es una gran oportunidad para pensar un capitalismo solidario, que tenga diálogo, donde los mercados funcionen como corresponde porque un capitalismo sin mercado es una trampa, pero un capitalismo sin Estado es un mundo sin reglas, donde gana el más fuerte, el más poderoso y pierde el resto”, reflexionó.
Por otra parte consideró que lo más imperdonable es que se legitimen las peores prácticas porque allí se queda en el peor de los mundos, al tiempo que convocó a recuperar la convivencia democrática que hace muchos años se ha perdido, dado que el mayor flagelo es la intolerancia y la descalificación del otro por no pensar como uno.
En otro orden, el Jefe de Estado remarcó que el país dispone de muchas alternativas en el futuro para el desarrollo agroexportador, con la posibilidad de desarrollar energías renovables, con inversiones para producir combustibles con la menor cantidad de azufre, con la construcción y la obra pública para el año entrante. “Vamos a hacer de la obra pública el gran motor de la economía argentina. Con estas ideas estamos seguros de que vamos a poder pensar en otra Argentina”, enfatizó.
Durante su alocución, Fernández también se refirió a la situación por la pandemia del coronavirus: “La Argentina está viviendo un momento único porque está asolada por una pandemia inusual, que ha generado un colapso económico en todo el mundo del que nadie ha podido salir indemne, y ese mundo difícilmente volverá a ser lo que fue. Debemos pensar en un nuevo sistema mucho más solidario que el presente. Pensemos lo que podemos construir en la Argentina, que cuando llegó el coronavirus estaba en terapia intensiva”, agregó en clara alusión a la gestión de Cambiemos.
Sobre este último punto, graficó que cuando asumieron la Argentina tenía 36 puntos de pobreza, muy pocas reservas, con una fuga de 23 mil millones de dólares, con un cepo que impedía acceder al dólar, con un país recesivo con dos años de caída permanente del consumo que había cerrado a más de 25 mil pymes, y que al mismo tiempo había potenciado el desempleo y la precarización del trabajo a través de las formas del monotributo.
“Llegamos a terminar con la pobreza, a poner en marcha la maquinaria de la producción y el trabajo, pero desde marzo nuestra principal urgencia fue reconstruir un sistema de salud virtualmente desmantelado para garantizar que nadie se quedara sin atención sanitaria”, puntualizó.