El senador nacional por San Juan, Roberto Basualdo opinó que el proyecto de Ley de “impuesto a las riqueza” elaborado por el oficialismo -el cual ya cuenta con media sanción por parte de la Cámara de Diputados- es anti-inversiones, confiscatorio y discriminativo, que lo único que va a producir es más incertidumbre y un incremento irracional a la ya muy elevada carga fiscal de la Argentina.
“Es un impuesto que perjudica al país porque va a permitir aumentar la recaudación en el corto plazo, pero la va a contraer en el mediano y largo plazo. Es un impuesto que desalienta las inversiones, y eso es lo contrario a lo que necesita nuestra Nación. Las inversiones son fundamentales para aumentar el nivel de actividad, generar innovaciones y aumentar la producción, lo que redunda en más empleo para los argentinos, y en un círculo virtuoso de crecimiento y más recaudación para el Estado”, expresó el legislador.
En abril pasado, Basualdo recordó que presentó un proyecto de Ley de “Contribución Extraordinaria para la Inversión y el Desarrollo Productivo de Argentina”, que cuenta con el apoyo de los senadores Humberto Schiavonni, Néstor Braillard Poccard, Alfredo De Ángeli, Claudio Javier Poggi, Gladys González, Laura Rodríguez Machado, Ernesto Martínez y Juan Carlos Romero.
El mismo -que hasta la fecha no fue tratado- apunta a incentivar las inversiones y establece con carácter de emergencia y por única vez, que los grandes capitales argentinos, situados en el país y en el exterior, realicen una contribución extraordinaria para la inversión que surgirá de la aplicación de la alícuota del 2.5% sobre el valor total de los bienes cuyo monto exceda los 200 millones de pesos. Para ello -de acuerdo al texto de la norma- tendrán el plazo de un año, y podrán optar por invertir en diferentes rubros, como la construcción, la mejora o adquisición de bienes inmuebles, la suscripción de títulos de deuda, entre otros.
“Con el proyecto de ley que presenté se busca generar demanda de mano de obra, más empleo, lo que redunda en más aportes vía impuestos que va a recibir el Estado Argentino. Esta propuesta es una acción temprana para la reactivación de la economía, que nos permitirá como país estar mejor parados una vez que pase la pandemia”, afirmó Basualdo sobre su iniciativa.
Por el contrario, hizo hincapié en que el “impuesto a las riqueza” propuesto por el Gobierno es totalmente discriminatorio porque grava a los empresarios locales pero no a los empresarios del exterior que invierten en Argentina, razón por la cual afecta a la industria nacional y beneficia a las empresas de capitales extranjeros, cuyos dueños no tienen que pagar este impuesto. “No es un impuesto equitativo y perjudica a los productores locales. Todo al revés de lo que se debería hacer, que es impulsar el crecimiento de la industria nacional para que generen trabajo e incluso lleguen a mercados del exterior, lo que implicaría más recaudación para el Estado”, sentenció.
El senador sanjuanino, además, dijo que lamentablemente la Argentina tiene muy mala reputación en el mundo ya que el país cambia constantemente las reglas del juego. “No somos previsibles, vivimos con incertidumbre y volatilidad, y este proyecto llega justo para generar más confusión e incertidumbre. ¿Será por única vez, como prometía serlo el impuesto al cheque? El impuesto a débitos y créditos bancarios, que se creó en medio de una situación de crisis económica, ya tiene casi 20 años de vigencia ininterrumpida. ¿Será solo para los grandes capitales, los que más tienen, los que más ganan, como prometía serlo el impuesto a las ganancias?”, se preguntó.
“Hoy este tributo alcanza a quienes tienen un sueldo que apenas supera la línea de pobreza. La carga tributaria de Argentina es una de las más altas del mundo. En un contexto como el actual, con una situación económica muy compleja debido a la pandemia del COVID-19, hay que buscar alternativas que faciliten la recuperación de la economía en lugar de asfixiar más a los contribuyentes con nuevos impuestos”, completó.