Desde el 13 de abril próximo, seis militares retirados acusados de haber torturado a conscriptos deberán desfilar (de manera virtual, por videoconferencia) por el juzgado federal de Río Grande, a cargo de la magistrada Mariel Borruto.
La causa se inició en 2006 a raíz de la denuncia de un veterano de guerra, pero no fue sino hasta 2019 cuando se produjeron los primeros cuatro llamados a indagatoria.
El Centro Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) La Plata, en su rol de querellante, precisó que actualmente hay 24 imputados y sólo cuatro procesados, quienes permanecen en libertad.
A partir del martes de la semana próxima, entonces, deberán declarar seis acusados a quienes se los acusó de haber cometido “torturas”. La imputación describe que todos castigaron “de manera cruenta y desmedida las presuntas infracciones disciplinarias”.
Esas faltas eran, esencialmente, buscar comida, ante el virtual estado de inanición que padecían.