Lo que en un principio se llegó a insinuar como una “tibia” alternativa, finalmente parecería ser que en las próximas horas se terminará por materializar: es que tras la ronda de encuentros virtuales con los gobernadores, el Presidente Alberto Fernández tendría prácticamente decidido decretar nueve días de confinamiento estricto (es decir, retorno a fase 1) ante la incontenible suba de contagios de COVID-19 que no sólo se vienen produciendo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), sino también en todo el país.
De esta manera y teniendo en cuenta que la idea originaria era la de instrumentar un cierre completo durante los próximos dos o tres fines de semana, desde el Gobierno habrían definido cambiar esa ecuación que, si bien en la práctica significará un duro golpe para varios sectores comerciales, se la intentará amortiguar argumentando que, en la práctica, se trataría en realidad de dos fines de semana y tres días hábiles, ya que se haría puente el feriado del 25 de mayo.
Es por ello que si bien aún por estas horas hay hermetismo desde la propia administración nacional en función a esta posible determinación, hay quienes dicen que se esperará a la publicación de los últimos datos epidemiológicos para el pronunciamiento final.