Tras la muerte de 23 personas y la internación de otras tantas más luego de que consumieran cocaína envenenada en el Conurbano, el Defensor Adjunto y titular del Observatorio de Adicciones y Consumos problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense, Walter Martello, dijo que lo que hoy sale a la luz es lo que vienen advirtiendo desde que se creó el Observatorio, y es que la situación vinculada a drogas letales requiere políticas públicas perdurables e integrales, ya que el crecimiento del consumo viene siendo registrado desde hace décadas en el país.
“La Oficina de Naciones Unidas para la droga y el delito reconoce un aumento del 129% en el consumo de cocaína en Argentina entre los años 2011 y 2017, con lo cual no podemos pretender que se interprete como un fenómeno nuevo”, expresó.
Por otro lado, el funcionario explicó que la droga se estira por múltiples razones para obtener mayores ganancias, pero también por mantener el nivel de consumo dado que la cocaína proviene de países extranjeros y está valorizada en dólares. “Así, los jóvenes necesitan que la droga siga siendo barata y el estiramiento es la única forma de mantener el precio”, graficó.
Martello también remarcó que el narco menudeo se instaló en todos los barrios y en todos los centros urbanos en mayor o en menor medida, disputan territorio como forma del negocio, y muchas veces el límite para esa lucha es la propia muerte.
“De todas maneras, no es un es un fenómeno solamente de las personas en situación de pobreza, recordemos que hace pocos años en una fiesta electrónica también se produjo la muerte por envenenamiento de drogas sintéticas en pleno corazón de CABA”, recordó el Defensor Adjunto bonaerense en alusión a Time Warp, donde hace casi seis años murieron cinco jóvenes tras haber ingerido drogas de diseño.