Luego de dos jornadas de exposiciones en las que se hicieron presentes ministros, funcionarios, sindicalistas, empresarios y gobernadores, el destino del proyecto del acuerdo entre el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el pago de la deuda será finalmente definido cuando el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de la Cámara de Diputados vuelva a reunir a sus integrantes, a partir de las 13.30 horas, con el objetivo de emitir el dictamen que le permita a la iniciativa hacer su arribo al recinto.
No obstante y a partir de las diferencias que se suscitaron dentro del bloque del Frente de Todos (FdT) tras la renuncia de Máximo Kirchner a su presidencia, la intención sería la de poder avanzar con la idea original de que el proyecto sea tratado esta misma semana (jueves) en el marco de una sesión especial.
Para ello y con el fin de poder lograr un dictamen de mayoría, el oficialismo trabaja contrareloj para atender a una de las principales demandas de Juntos por el Cambio (JxC) en relación al texto de la ley, dado que en el caso de que no se acceda a realizar las modificaciones requeridas advirtieron que podrían impulsar un dictamen propio.
Concretamente, el interbloque opositor expresó su rechazo a la aprobación del artículo 2 del proyecto, el cual contempla la implementación del programa económico propuesto por la Casa Rosada para cumplir con el refinanciamiento.
“Si Juntos por el Cambio quiere introducir modificaciones en la redacción del proyecto, primero debe garantizarnos que firma el dictamen de mayoría y que lo va a votar en general”, fue lo que se expresó desde la bancada oficial de acuerdo a lo consignado por Télam.
Así las cosas y más allá de los “números finos” que en las últimas horas debió haber estado ensayando el flamante titular de la bancada del FdT, Germán Martínez, en relación a las manos alzadas con las que podría llegar a contar al momento en que el plenario deba pronunciarse para la emisión del dictamen, lo cierto es que la gran expectativa estará puesta en lo que pueda llegar a suceder más adelante en el recinto.
Es que pese a que en el oficialismo no dudan de que el proyecto del acuerdo con el organismo internacional de crédito finalmente pueda sortear favorablemente la votación para hacer su paso al Senado puesto que hay coincidencia en evitar de que el país entre en default, la “grieta interna” que podría arrojar la media sanción del mismo al momento de contabilizar las voluntades propias (sobre cuando se haga foco en las abstenciones) sentará una suerte de precedente en el bloque oficial de cara al año legislativo que recién se está iniciando.