“Tengamos el orgullo de ser uno de los diez países del mundo con capacidades para poner satélites en órbita… La riqueza de las sociedades y de las naciones está fundamentada en tener inteligencia, y por eso invertir en educación, en ciencia y tecnología es invertir en el futuro”, manifestó el Presidente Alberto Fernández durante el acto que se llevó a cabo en la provincia de Córdoba, en donde participó de la firma del contrato entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG para avanzar en el desarrollo del lanzador argentino de satélites.
Asimismo, explicó que con el desarrollo del Proyecto Tronador II están logrando más soberanía, ser más dueños de la tecnología local, y que además se está pensando en que más información satelital permitirá generar mejores condiciones de vida.
“Todo esto lo han hecho argentinos y argentinas. Lo ha hecho el Estado asociado a empresas privadas. Hay 50 medianas y pequeñas empresas que han desarrollado tecnología y que hoy sirven a estos proyectos. Tenemos un capital humano maravilloso para ponerlo al servicio del desarrollo del país”, destacó el primer mandatario.
El desarrollo y la fabricación del Tronador II, por su parte, forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE.
Este lanzador -se afirmó- posicionará a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo y permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kg a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150, que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador Tronador II-250 -se trata de tecnología desarrollada y fabricada en el país, cuyo combustible es oxígeno líquido y kerosene-.
El contrato que suscribieron la CONAE y VENG demandará una inversión de 9.730 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la continuidad del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) con su infraestructura auxiliar prioritaria.