Si bien el sistema actual en Tierra del Fuego establece una modalidad paulatina para llegar a una edad jubilatoria de 60 años -tanto de hombres como de mujeres-, la modificación previsional creó una ventana transitoria que permitirá jubilarse antes (a los 55 años) a quienes “hayan ingresado a la administración pública antes del 31 de diciembre de 2017” y se jubilen “hasta el 31 de diciembre de 2027”.
Para ello deberán tener 30 años de aportes a cualquier sistema previsional aunque 20 de los mismos, como mínimo, al régimen fueguino.
Además, quienes opten por esta jubilación recibirán durante cinco años un haber proporcional que comenzará con el 72% móvil y concluirá con el 76% el último año, antes de acceder al 82% pleno.
Por otra parte, el artículo 3 del proyecto, denominado “bonificación por servicios excedentes”, establece que el jubilado podrá superar el 82% móvil, accediendo a “un 1% más por cada año y medio de servicio que exceda los aportes necesarios para jubilarse”, con un tope máximo “del 88%”, de lo que se desprende que algunos jubilados ganarán más que cuando estaban en actividad laboral.
La ley menciona que quedarán exceptuados de este beneficio los vocales del Tribunal de Cuentas de la provincia, el Fiscal de Estado, los jueces y funcionarios del Poder Judicial, y quienes perciben sueldos superiores al del gobernador.
El proyecto aprobado también cambió la forma de calcular el haber jubilatorio, que antes remitía al promedio de los sueldos de los últimos 10 años de actividad, y ahora promediará los mejores 60 sueldos de esos últimos 10 años.